viernes, 13 de noviembre de 2009

MEMORIAS DE AFRICA

Pronto quiero empezar a redactar mi pequeña gran experiencia de mi vida en África, pero antes, quiero contar en éste ridículo prólogo algunas situaciones que pongan en antecedentes al lector, pero no de lo vivido, que eso lo contaré más adelante, sino de los sentimientos que en éstos momentos mi cerebro me permite contar, sabiendo que son los del corazón los que tengo que ocultar.

Han sido trece días, inolvidables, donde han sido tantas pequeñas cosas buenas, que los malos momentos vividos, quedan escondidos en un baulito de anecdotarios que relucen en momentos puntuales con amigos, donde contar batallitas de historias acontecidas, donde policías, delincuentes, carreteras sin sentido, e incluso animales escondidos conforman una viñeta de vivencias jamás creídas.

Pero entre la maraña de personas, sin poner nombres, ni marcas, ni señales, quiero recordar a tres, aquellas tres que han convertido una odisea en un paseo, donde lágrimas se transformaban en risas; el silencio eterno, en momentos de miradas, gestos cómplices y sueños unidos por un único objetivo, ser feliz y hacer feliz, todo tan complicado, tan simple a su vez, que al final del trayecto te das cuenta, que sólo una sonrisa puede transformas miles de penas en aplausos, que una payasada, convierte la oscuridad más tenebrosa, en la luz más espectacular de algarabía enlazado con momentos de alegría; siendo nuestra displicencia el mayor de los problemas encontrados, donde sólo unidos por abrazos se podían solventar tales desajustes emocionales.

Así que ahora, a las 01:20 de la mañana, recién levantado de una cama, que se me hace gigante, amplia, y donde me encuentro solo, recuerdo las bromas, de A; la risa inocente de B; y sobre todo la mirada de C. Dándome cuenta de lo poco que es necesario para ser feliz, con que lujos se pueden vivir en la distancia, como es un lujo de contar con esos abrazos, cuando más lo necesitas, o esos alientos de ánimo cuando el agotamiento te llena, o ese simple choque de mano que indican la implicación que cada uno de nosotros a puesto en este proyecto.


Por ustedes compañeros, por haberme dado la oportunidad de compartir algo único en mi vida, por haberme brindado la oportunidad de conocer a gente magnifica como ustedes, por hacer de mi vida algo mucho más enriquecedora de lo que era, pero sobre todo, por ayudarme a aprender a apreciar todo aquello, que en mi vida jamás hubiera imaginado, sólo puedo deciros.


GRACIAS.

1 comentario:

  1. Haber cuando tienes un hueco en tu agenda y sigues escribiendo en estas Memorias de África que me tienes to intrigaa, parece interesante y seguro que lo es, xq lo que no te pase a ti no le pasa a nadie. Miles d besitos

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